
Ofrecemos un esquema para realizar una celebración familiar o grupal, sin la presencia del presbítero, para el…
ORDINARIO 4

DIOS QUIERE QUE SEAMOS PROFETAS
(¿Hablo y actúo con autoridad?)
Nota litúrgica: Estas líneas podrían ser meditadas con antelación por quien guiará la celebración y pueden inspirar sus comentarios e intervenciones durante la misma.
IDEAS PARA EL CELEBRANTE/GUÍA:
Cuando estamos enfermos sentimos en carne propia cómo las dolencias nos incapacitan; hay actividades que queremos hacer, pero no podemos; es como si no fuéramos totalmente humanos…
En el evangelio de hoy vemos a Jesús obrando con su poder de sanación. No es que cure a todos los enfermos, pero muestra que Dios quiere cuidarnos para que seamos personas íntegras y sanas, eso es lo que significa “curar”. Jesús quiere que lleguemos a ser como él, es decir, personas plenamente humanas, integradas e íntegras, no sólo físicamente, sino en todos los sentidos, porque es entonces cuando honramos plenamente a Dios, hechos a su imagen y semejanza…
Pidamos a Dios en esta celebración que nos haga sanos y santos por la escucha y aplicación de su palabra…
GUIA: EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO.
Todos: AMÉN.
GUIA: Jesús proclamó a la gente la Buena Nueva de sanación y de Vida plena. Esta misma Buena Nueva nos la proclama a nosotros aquí y ahora. Movamos nuestros corazones al compás de sus palabras para tener y comunicar curación y vida.
Jesús, el Profeta del Señor, esté siempre con ustedes.
Todos: Y con tu Espíritu.
GUIA: En silencio reconozcamos cómo el pecado es, con demasiada frecuencia, la enfermedad de nuestro corazón. Pidamos al Señor que nos cure de todo pecado. (Pausa)
• Señor Jesús, tú viniste para curarnos y a darnos vida plena.
TODOS: Señor, ten piedad.
• Cristo Jesús, profeta anunciado desde los tiempos antiguos, tú nos has hecho hijos del Dios vivo:
TODOS: Cristo, ten piedad.
• Señor Jesús, no quieres que nuestro corazón esté dividido para que podamos actuar como tú al servicio del Reino.
TODOS: Señor, ten piedad de nosotros.
GUIA: Ten misericordia de nosotros, Señor, y pronuncia solamente la palabra por la que nos sanes del pecado y llévanos a la vida eterna.
TODOS: Amén.
GUIA: Padre amoroso y fiel que en tu Hijo nos mostraste lo que significa ser plenamente humanos.
Te pedimos que nos dejemos tocar por su mano salvadora y que seamos dóciles a su palabra restauradora para que seamos tan íntegros y libres que podamos luchar contra el mal que oprime a nuestros hermanos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
TODOS: AMÉN.
Se ofrece un resumen de las lecturas para ayudar a quien guía y a quienes leerán a subrayar la parte primordial que ayude a descubrir su mensaje unitario. Pero, las lecturas han de leerse íntegramente durante la celebración.
Nota litúrgica: Se les pedirá a los lectores anunciar únicamente el libro de donde se toma la lectura. Ejemplo: Lectura del libro de los hechos de los apóstoles. Al finalizar cada lectura no se olvide decir: PALABRA DE DIOS. Y se responde: TE ALABAMOS SEÑOR. Y en el Evangelio, anunciar: Del Evangelio de según San Juan. Al finalizar decir: PALABRA DEL SEÑOR. Se contesta: GLORIA A TI SEÑOR JESÚS.
Deuteronomio 18, 15-20: Suscitaré un profeta, dice el Señor… El pueblo debe escucharlo y él debe decir sólo lo que yo le haya inspirado…
Salmo 94: El Señor nos invita a escucharlo con un corazón “no duro”…
1 Corintios 7, 32-35: Dios nos quiere ahorrar preocupaciones y no quiere que andemos divididos…
Marcos 1, 21-28: Jesús enseña con autoridad… Es el profeta que Dios suscitaría…
Nota litúrgica: Se puede ir leyendo esta reflexión y DETENERSE cuando aparezca una PREGUNTA o cuando se crea conveniente dialogar alguna IDEA.
Dios quiere que nosotros nos convirtamos en esos profetas y que actuemos como tales:
- Capaces de escuchar a Dios con un corazón dócil y de proclamar su mensaje con coherencia,
- Que superemos nuestros conflictos internos para no estar divididos,
- Que hablemos y actuemos con la autoridad de Dios…
Estamos hablando del proceso de llegar a ser los profetas que requiere nuestro tiempo y nuestra Iglesia actual… Un profeta así se auto-construye… somos nuestros propios “autores”…
Hoy escuchamos en esta palabra una fuerte invitación, como la que nos lanza el Papa Francisco, a crecer y santificarnos… esto nos pide un proceso de auto-revisión en lo humano, en lo doctrinal y en lo espiritual…
San Pablo nos ayuda a entender que traemos deficiencias que nos impiden ser y actuar como profetas… Algunas de estas preocupaciones y divisiones podrían ser:
- Un ego engrandecido que no nos deja escuchar y ser fieles a lo que Dios nos pide,
- Vacíos que no hemos sanado y que nos llevan a ser personas terribles con disfraz de buenas,
- Una ambición de poder que no nos lleva a servir sino a servirnos,
- Heridas emocionales,
- ¿Cuáles más descubres?
A veces nos encontramos queriendo hacer el bien, pero desde nuestras partes no resueltas… Y nos falta la “autoridad” del habernos construido, de ser congruentes…
La realidad siempre nos pone a prueba… ¿Somos los profetas que se requieren?
(Insistimos: La palabra “autoridad” viene de autor… la autoridad, por tanto, se construye cuidadosa y lentamente… ¿De qué soy autor? ¿Qué obras hago para demostrar mi autoridad?).
TE PROPONEMOS LOS SIGUIENTES EJERCICIOS PARA QUE TE ENCUENTRES CON DIOS DURANTE LA SEMANA:
- Te invitamos a revisar tu autoridad con las personas que tienes a tu cargo. Escribe cinco indicadores de que sí tienes autoridad.
¿Cómo es mi congruencia para poder enseñar? ¿En qué cosas sí eres congruente y en qué cosas no?
¿Realmente tengo autoridad o sólo tengo poder (y abuso de él)?
- Procura leer artículos relacionados con tu fe en base a tus necesidades e inquietudes, recordando que te estás formando como profeta…
- ¿Qué puedes hacer para desarrollar tu espíritu?
Te sugerimos comenzar por…
- hacer espacios de silencio;
- contactar con la naturaleza, por ejemplo: arreglar plantas y hacerlo de manera consciente;
- contemplar un atardecer;
- hacer manualidades artísticas;
- escucha música que te eleve el espíritu;
- visita al Santísimo para hablar con Él de este proceso de convertirte en su profeta;
- descubrir a Dios en tu prójimo;
- registrar en tu cuaderno tus descubrimientos y avances en el área espiritual; etc.
GUIA: Expresamos nuestra fe en el Dios vivo y, una Dios de unidad familiar, un Dios Rey que reina nuestras vidas.
Creo en un solo Dios…
GUIA: Oremos a Dios nuestro Padre que nos otorga curación y salvación. Y digámosle: Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
1. Para que en la Iglesia llevemos unos a otros la sanación del perdón y la compasión, roguemos al Señor.
Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
2. Para que los enfermos mangan la esperanza de que sanarán y que puedan sobrellevar sus sufrimientos con paciencia y fortaleza, roguemos al Señor.
Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
3. Para que todos los que sufren a temprana edad experimenten el amor y la atención de las personas que se ocupan por ellos, roguemos al Señor.
Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
4. Para que siempre reservemos espacio en nuestro corazón y en nuestro calendario para ocuparnos de quienes requieren nuestra valiente ayuda y tiernos cuidados, roguemos al Señor.
Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
5. Para que los internados en hospitales y clínicas reciban la atención humanitaria y los cuidados amorosos que requieren del personal médico y de sus seres queridos, roguemos al Señor.
Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
6. Para que en nuestras comunidades compartamos unos con otros nuestro dolor y nos ayudemos a aliviar los sufrimientos de nuestros hermanos, roguemos al Señor.
Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
GUIA: Dios compasivo y misericordioso, permanece con nosotros y ayúdanos a cuidarnos y sanarnos los unos de los otros, por Jesucristo nuestro Señor.
TODOS: Amén.
GUIA: Oremos a Dios, nuestro Padre, con las palabras que nos enseñó el mismo Jesús, con ellas podemos dar voz a todas nuestras peticiones no expresadas: R/ Padre nuestro…
TODOS: Padre nuestro…
GUIA: Decimos juntos:
“Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente en el Cielo y en el Santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma, pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven al menos espiritualmente a mi corazón. Y como si ya te hubiese recibido, Te abrazo y me uno del todo a Ti. Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti.” Amén. |
GUIA: Sabemos que las palabras son muy poderosas.
Pues nuestro amigo Jesús nos ha regalado sus palabras con confianza y amor… Esto no puede dejarnos indiferentes; nos obliga a rechazarlo o a entregarnos a él.
Ojalá que aceptemos su evangelio con valentía y luchemos contra el espíritu del mal en el mundo…
Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y los acompañe para siempre.
Todos: Amén.